Hay médicos de médicos, dicen por ahí! y resulta siendo cierto no?
Esto del amor por lo que uno hace es algo que se cultiva día a día, se fortalece por logros, por resultados, por pacientes agradecidos, por reconocimiento de ellos mismos, por tus compañeros de carrera y profesionales involucrados en salud.
Qué agradable ese paciente que al final dice: Cómo hago para pedir cita con usted? Me atiende en su consultorio privado? Donde lo puedo conseguir?
Yo creo que esas preguntas y esa sensación de gratitud refuerzan aquel gusto con el que uno hace sus cosas. Al final, tratamos muchos pacientes, salvamos otros pocos y finalmente puede que "salvemos" otros muchos si pensáramos en lo que pudiere pasar a lo largo de muchos años.
Tal vez es mi caso personal, pero la sensación puede ser mutua... Los modelos a seguir, desde el punto de vista académico y personal -En la mayoría de casos- son los profesores, aquellas personas que dedicaron minutos a hacer de uno, una mejor persona, no solo enseñando medicina, compartiendo algo de la vida en general también. Si bien es cierto que NO todos pueden ser docentes, tampoco los excluye de ser buenos; el que le gusta esto, se le nota, se respira gusto por trabajar intensamente, por ayudar, por ir hasta el final, por realizar el papeleo, por insistir, por animar a la persona, por renegar un poco en contra de otros tratando de encontrar lo mejor para el enfermo. Siempre! La familia y el paciente se dan cuenta de eso y la reacción es inmediata: "Este médico es diferente"
Por supuesto que somos diferentes... Qué nos lleva serlo? En definitiva, no será por leer más o menos, por vestir así o de otra manera, por ser egresado de aquí o de allá; nada de eso hace parte de la diferencia real, lo que se hace con motivación genera gratificación y recompensa. Muchos adolecen de ello, -que infortunio los embarga- Nunca o puede que pocas veces hayan experimentado dicha sensación. Los intereses son respetables, la ganancia igual. Al final, esa búsqueda constante de la medicina moderna se comparte con pocos colegas.
Esa visión de medicina moderna -como bien he querido llamarla-, todo un concepto en construcción hoy día, aborda el conocimiento profundo de lo básico, conceptos elementales que muchos graduados han perdido hoy día, la motivación extrema de generar una mejor práctica, la generación de conocimiento. Olvidaron lo que somos y queremos ser, olvidaron que no se trata de recetar o prescribir y decir: "Lárguese de mi consultorio"
Ellos deambulan despreocupados por los pasillos de los hospitales, pavoneándose con sus batas sin darse cuenta de lo que nunca recibieron, resignados al yugo del sistema de salud, molestos por sus horarios, por la ignorancia e ingenuidad de los pacientes. Acaso no escucharon lo que se decía en revista hace años: "Por qué no se retira ? " mencionaba un profesor de la época en repetidas ocasiones a varios estudiantes...
He sido afortunado de ver como algunos de mis amigos y compañeros aman su práctica, luchan por ser buenos con cada paciente, soy afortunado de contagiar y recibir ese entusiasmo con el cual discutimos casos, reímos y argumentamos, nos actualizamos y expresamos que nuestra carrera es lo mejor que nos ha podido pasar. He sido afortunado de recibir la mejor influencia de varios de mis docentes, de residentes que luego fueron mis amigos, del paso por ciertas instituciones donde vi el adinerado y otras donde luchamos por el desplazado, de encontrar aún esos médicos de los cuales hablo, los optimistas, luchadores y gustosos de lo que predicamos, de maestros aquí y en otros países que me llevaron a creer y a seguir haciéndolo; pero para que esto no parezca epitafio, continuo con esta corta reflexión y comparto otra pequeña experiencia.
Recordaré siempre el impacto de conocer varios de los mejores y bien reconocidos neurólogos en el territorio Estadounidense, jefes de programa o directores de departamento, que a bien me consideraron como uno de sus candidatos para ser entrenado por ellos y de la misma manera, para ser receptor de múltiples experiencias y enseñanzas que me hubieren podido compartir a través de los años y del manejo de muchas casos fáciles o complicados, raros o rutinarios...
El escenario: oficinas frías o no tan frías, silenciosas, un escritorio atiborrado de documentos en algunos casos, paredes adornadas de una infinidad de textos de neurología que en la vida había visto, el paisaje no variaba mucho de universidad en universidad. La pregunta era clara, fría, directa, intimidante y cargada de esa sensación de miedo que solo se percibe en situaciones extremas -diría yo-, finalmente sazonada con aquel silencio incomodo que se colaba tras el suspiro del entrevistador y su mirada directa a cada una de mis palabras. Mentalmente me decía en cuestión de milésimas de segundos: Hey! piensa lo que vas a decir, ok, GO! Tuve esa sensación de hablar algo que tenía en mente y a la vez gritar, allá internamente "Esto es lo que he querido desde hace años"
Why Neurology? (Lo que nunca dije, pero siempre pensé y se fortalece dia a día)
BECAUSE of the anticipation phenomena that occurs in Huntington's disease and the few options that patients have, to an endpoint of dementia and starvation, BECAUSE since I started research on Alzheimer's disease, I always believed that I could give something to patients, a little hope, a new single discovery to change their lives!
BECAUSE all the kids suffering and learning to cope with a daily dose of valproic acid without full understanding of what we called Juvenile myoclonic epilepsy, BECAUSE a huge family with many affected members of Amyotrophic lateral sclerosis, Everyone almost resigned to see how each relative decline its functionality day by day...
BECAUSE all those beautiful and young women losing hope, facing multiple sclerosis, BECAUSE I think we could prevent and stop strokes at time...